Julián Franco Ocampo en Leyendas del Pop.
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Si bien es cierto que los artistas por lo general, eligen modos alternativos para comunicarse, es también verdad que este tipo de comunicación, no necesariamente representa un menor esfuerzo por parte del emisor para lograr que su mensaje llegue a las masas. Pero una vez que se vencen todos esos obstáculos, y el mensaje cala, el resto es historia.
Esta es justamente la historia de hoy, sobre un hombre que tuvo una idea que por poco, inmerso en el negocio de la música, estuvo a punto de perderse por el camino.
Para todos los lectores y oyentes de Leyendas del Pop, el nombre, Neil Finn, les será muy familiar; por un lado está el Neil Finn guitarrista que junto al “Heartbreaker”, Mike Campbell, ingresaron en 2018 a Fleetwood Mac, para reemplazar a Lindsey Buchingham, luego de sus desacuerdos sobre la gira que se realizaría aquel mismo año, con sus compañeros de banda. Por otro lado, y siendo este el tema de nuestro interés está Neil Finn, compositor, cantante, guitarrista, y líder de su propia banda, Crowded House.
Finn es conocido en el círculo, como un músico con grandes capacidades, y esto es muy claro cuando se extrae del núcleo de los Crowded House, para ponerlo al lado de figuras tan trascendentales como Steve Nicks, el propio Mike Campbell, Mick Fleetwood o el gran John McView; Finn, encaja perfectamente y llenar el “hueco” que les dejó Buchingham, desde todo punto de vista es una tarea difícil que ha logrado sin mayores pretensiones.
Los artistas eligen en el arte, sus propias maneras de comunicarse, y también puede decirse que Finn, ha llegado a una madurez absoluta en este arte, que lleva practicando desde hace medio siglo y se ha ganado el lugar al que ha llegado, todo con la ayuda, y a la vez, sin la ayuda de su sello disquero de comienzos de su carrera, Capitol Records.
Obstáculos en el capitolio
Capitol Records, se fundó a principios de los años 40 y muy rápidamente surgió como uno de los sellos disqueros más emblemáticos de Estados Unidos, a pesar de la poca visión en el negocio de la música, muy contrastada, a la revolucionaria para su época, arquitectura de su sede en Los Ángeles. Con la irrupción de The Beatles en los años 60, que inicialmente ellos mismos habían rechazado de forma negligente, parecían ahora un sello imparable, pero cuando los “Fab Four” se separaron en 1970, el sello por poco desaparece.
Todo es cuestión en el mundo de los negocios, de la velocidad a la que nos adaptemos a los cambios: Parece que de lo ocurrido con The Beatles, no aprendieron nada, y para cuando a principio de los años 80, el trío, australiano-neozelandés compuesto por su líder Finn, el bajista Nick Seymour, y el desaparecido baterista, Paul Hester, ya cocinaban el proyecto para grabar en el estudio su álbum debut, “Crowded House”, el sello disquero inicialmente sugirió que Finn, fuera la figura principal, y los otros dos músicos solo fueran sus acompañantes: Algo así como, Neil Finn, y las lágrimas caídas. La manera de superar esta presión, resultó ser la de elegir el nombre más curioso: “Crowded House”, ateniéndose a la actual situación de vivir en un apartamento estrecho, mientras sucedía la preproducción de este album; superado este primer obstáculo, ya estando listo el tema que, al final de la historia sería el más relevante para la banda, era necesario hacer frente a más presiones:
Capitol Records suponía que era mejor lanzar “The World Where You Live”, y “Something So Strong” y ver qué ocurría, en un intento por conquistar el género adulto-contemporáneo en radio, pero la cosa no salió bien: Nadie parecía estar interesado en Crowded House; quedaba entonces apostar por una estrategia publicitaria para promover las ventas, mientras que al interior de Capitol, suponían que el problema era el álbum mismo: Algo no iba bien con el…
Las cosas no son lo que parecen
“Don´t Dream It´s Over” era una composición de Finn, que de algún modo significaba la manera en que él se sentía, sobre ciertos aspectos de su vida. La versión inicial tuvo una serie de cambios, pero el más importante, fue la adopción del órgano, cortesía del productor Mitchell Froom, que si bien, venía de ser un completo desconocido, había tenido la oportunidad de “codearse” con algunas importantes figuras y, ante todo, tuvo un buen golpe de suerte, al visualizar hacia dónde podía llegar con el futuro éxito de los “Crowded House”, de modo que puesto a trabajar en la canción con el resto del grupo, logró dar una atmósfera muy particular, además en una época en que los sintetizadores brillaban por estar en todos lados, y pocos grupos estaban realmente interesados en seguir una línea de composición al más puro estilo “Beatle”.
La canción era muy dulce, y prometía, pero Capitol insistía en que no debía lanzarse un grupo, anteponiendo una balada, como el “caballo de batalla”… De nuevo estaban equivocados. El tema comenzó al año siguiente, en 1987 a conquistar la radio en algunas zonas de Estados Unidos, y el video de estilo “surreal”, dirigido por Alex Proyas, sirvió de gancho. Es ahí. Con esta balada, en donde por fin comienza la carrera en firme, para Neil Finn y su proyecto musical.
Definitivamente nada en la música está escrito: El éxito puede llegar cuando menos se espera, cuando se crée que ya ha pasado… El éxito llega cuando es el momento adecuado. Puede ser tarde, pero siempre a la vuelta de la esquina puede estar esperando por una nueva oportunidad para demostrarnos que aquello que hacemos a veces sin saberlo, es nuestro aporte a la vida de otros. Puede que a veces sea difícil comunicarnos, pero, ¿quién ha dicho que debemos elegir el camino más fácil?